Arqueólogos, docentes e investigadores rechazan la decisión y resaltan la profesionalidad de Manuel Ramos, cuyo cese hasta ayer no se había oficializado
La destitución del director del Museo Arqueológico, Manuel Ramos, ha revuelto las aguas entre profesionales del mundo de la arqueología, la investigación y la docencia universitaria. Un cese que hasta este jueves no se había oficializado, pero que ha sido confirmado por la persona que cesa. O sea, el delegado de Cultura de la Junta, Fernando Egea, quien aseguró el miércoles a IDEAL que toma esta medida por «pérdida de confianza» y por una «gestión no oportuna» de la institución por parte de Manuel Ramos. Los que han alzado la voz de forma casi inmediata son el colectivo de arqueólogas y arqueólogos de la Universidad de Granada, que ayer mismo hicieron público un comunicado, firmado por más de sesenta personas, en el que rechazan la decisión.
«Lamentamos profundamente el cese del director del Museo Arqueológico de Granada», dicen en el arranque de este escrito. «Desde que tomara posesión en febrero de 2022 –prosiguen– ha desarrollado una excelente labor en la gestión interna y externa del Museo». «Desde su llegada las actividades de difusión y divulgación cultural se han dinamizado considerablemente, con la organización de talleres infantiles, visitas guiadas o charlas semanales del más alto nivel en las que muchos de nosotros hemos tenido el placer de participar», señalan los suscriptores de este documento.
«Igualmente –añaden– ha contribuido a fomentar el desarrollo de la investigación, facilitando las tareas científicas y el acceso a materiales, y tomando parte activamente en proyectos, aulas y cátedras y propiciando, además, la unión de investigadores y profesionales no solo de la ciudad de Granada, sino también del resto del Estado e incluso internacionales». «Como usuarios del Museo Arqueológico de Granada no podemos si no reconocer públicamente la profesionalidad y el buen hacer de Manuel Ramos y manifestar nuestro más profundo desconcierto ante su incomprensible cese», concluyen.
Unas apreciaciones que difieren, radicalmente, de la percepción de Egea. «Ha sido imposible trabajar con él», afirmó anteayer a este periódico. «Tengo el firme propósito de abrir una nueva etapa y darle un empujón al Arqueológico para que vuelva a ser el gran museo que fue», manifestó. En este sentido, lamentó que no se haya avanzado en habilitar para la actividad expositiva las siete salas que ahora mismo están vacías. También adelantó que ya tenía un sustituto, cuyo nombre se hará público en los próximos días.
Manuel Ramos, que ha lamentado el tono empleado por Egea por afectar a su profesionalidad, insistió en que las valoraciones por parte de los usuarios del Museo difieren sensiblemente de las del responsable de la Junta. Ramos Lizana nunca ha ocultado que la Casa de Castril no reúne las condiciones para acoger el Arqueológico. «Si queremos un museo moderno, con todos los servicios, evidentemente este edificio no sirve», expresó en una entrevista concedida a IDEAL al poco de ser nombrado. Llegó a apuntar incluso que una salida bastante factible fuera la adquisición del convento de San Bernardo, colindante con la Casa de Castril.
Un museo minúsculo
El Museo Arqueológico tiene graves problemas de espacio que, en gran medida, condicionan su operatividad. Apenas dispone de 150 metros cuadrados en los que tan solo pueden mostrarse 140 de las 8000 piezas que tiene en sus fondos, informatizados en la Red Digital de Colecciones de Museos de España. Un museo se estructura en una serie de áreas que, en el caso del Arqueológico, o no existen o son muy reducidas.
No hay una zona pública con un punto de recepción –billetería, guardarropa, información…–, gabinete pedagógico o un salón de actos en condiciones. Tampoco un muelle de carga para recepción y acarreo de los materiales o almacenes donde depositar los lotes provenientes de las excavaciones. A ello hay que sumar falta de despachos, archivos, un centro de seguridad con cámaras de vigilancia, talleres de mantenimiento, servidor informático, etcétera, etcétera, etcétera.
(NOTA: LA CORA DE ILBIRA SE UNE A ESTA PROTESTA Y LE AGRADECE SU COLABORACIÓN EN LOS MARTES DE CASTRIL)
FOTO: Manuel Ramos en la Casa de Castril, donde se halla el Museo Arqueológico. JORGE PASTOR