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MADINAT ILBIRA: ANTE LA CAMPAÑA DE EXCAVACIÓN DE 2007

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El yacimiento de Medina Elvira da cabida a un lugar de importante valor histórico, social y cultural que justifica, con creces, las campañas de excavación que se realizan desde 2005

MADINAT ILBIRA: ANTE LA CAMPAÑA DE EXCAVACIÓN DE 2007

Antonio Malpica Cuello. Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada, y director del Grupo de Investigación “Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada”.

El yacimiento de Medina Elvira da cabida a un lugar de importante valor histórico, social y cultural que justifica, con creces, las campañas de excavación que se realizan desde 2005

El yacimiento arqueológico de Madinat Ilbira situado al pie de Sierra Elvira, en una gran extensión de terreno, da cabida a un lugar de importante valor histórico, social y cultural, que justifica, con creces, las campañas de excavación sistemática que se realizan desde el año 2005. Madinat Ilbira es una ciudad seguramente surgida a partir de un poblamiento campesino y tiene aún vestigios de época romana. En el siglo IX Abderraman II erigió su alcazaba y muy probablemente su mezquita mayor. Reúne todas las condiciones para ser objeto de un proyecto de investigación en el que se analicen los procesos de transformación de la Tardía Antigüedad a la alta Edad Media y el establecimiento del mundo árabe.

¿Cuáles son las posibilidades de investigación que aporta este yacimiento? En la anterior campaña de intervención arqueológica, el grupo de investigación “Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada” se dedicó a excavar su alcazaba situada en el Cerro de “El Sombrerete”. En ésta que comienza ahora queremos estudiar su organización como ciudad. Necesitamos que nos ayude a comprender cómo pudo ser la posible evolución desde ese mundo rural de sus inicios a una estructura urbana plenamente conformada.

En primer lugar, procederemos a situar en su contexto arqueológico la red de pozos, probablemente qanat, que es fundamental por ser la que abastecería los distintos asentamientos rurales y que posteriormente pasarían a ser barrios de la nueva ciudad. Otro aspecto imprescindible es conocer la organización de las viviendas y su relación con los espacios más cercanos y, para ello, hemos elegido excavar el Pago de la Mezquita, llamado así porque en él se ubicaba la mezquita aljama de Madinat Ilbira, según los trabajos del siglo XIX, de los que nos informa Manuel Gómez Moreno. La distribución de las casas es un elemento esencial para darnos información sobre el tipo de familia dominante en la sociedad andalusí de la época (siglos VIII-X) e incluso sobre su probable evolución. No hay que olvidar que el paso de unas estructuras campesinas a otras urbanas plenamente conformadas no es sólo una decisión política tomada por el poder, sino sobre todo un proceso de evolución de la misma sociedad andalusí.

Esta información de primera mano que nos ofrece la técnica arqueológica nos lleva a plantear cuestiones más complejas. Por ejemplo, la jerarquización social por efectos del excedente productivo, importante resultado de la generalización de la agricultura de regadío más rica y productiva que la anterior de época romana y que tiene como lógica consecuencia la demanda de existencia de puntos permanentes de intercambios favorables para la aristocracia rural. Por su parte la organización estatal buscaba encontrar puntos de apoyo para el control de amplios territorios. Dicho control se basaba sobre todo en la fiscalidad, de ahí que la acuñación de moneda tenga su reflejo en esta época. La circulación de productos se verifica a partir de la generalización de un consumo amplio y diverso que se puede determinar a partir de los restos de la cerámica encontrados, entre otros materiales.

Estos son los presupuestos de los que partimos en la campaña 2007. Sólo un trabajo concienzudo podrá mostrar hasta qué extremo los puntos de partida son correctos o no. El empeño y el esfuerzo de un equipo ya conformado y organizado no van a faltar.

Es lógico que un proyecto de tanta envergadura, tan extenso en tiempo y en especio, tarde en ser aprovechado culturalmente a una gran escala social. Pero iniciativas no falta, y el Grupo de Investigación no se encuentra solo en esta tarea. Las posibilidades de formación que ofrece el yacimiento se han aprovechado en esta campaña en dos senditos, un campo arqueológico organizado por el Ayuntamiento de Atarfe y el Instituto Andaluz de la Juventud y un curso de la Universidad de Granada que da la posibilidad a los alumnos de participar activamente del proyecto de investigación, además de formarse usando la primera y más directa experiencia que es el yacimiento en sí mismo, objeto y fin de estudio al mismo tiempo.

Poco a poco, a la vez que se va consolidando la investigación, se va actuando en promover Madinat Ilbira como un recurso cultural. Pero, evidentemente, si no conocemos el potencial que encierra, en todos los sentidos, es imposible desarrollar otro tipo de aprovechamiento coherente como el que se está llevando a cabo

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