Hubo un tiempo, años atrás, en el que las visitas guiadas al yacimiento de Medina Elvira se hicieron tan habituales que prácticamente todos los meses había al menos una organizada.
Eran los años 2005 a 2009, en pleno apogeo de los primeros proyectos de estudio arqueológico en la ciudad enterrada. De enseñar el yacimiento se encargaban los miembros del equipo de investigación liberador por el profesor Antonio Malpica, cuando no era él mismo el que guiaba las visitas. Alumnos infantiles de colegios, adolescentes de institutos, estudiantes y profesores de la Universidad de Granada, miembros de los partidos políticos de Atarfe o Granada, investigadores y profesores de otras universidades españolas cuando no internacionales, desde Estados Unidos a Polonia y desde Inglaterra a Siria, miles de personas pasaron a conocer el yacimiento en el momento en el que se estaban haciendo las excavaciones, conjugando la visita a los sondeos para charlar sobre los hallazgos que se estaban realizando, con visitas a la nave de La Lastra donde estaban depositados los objetos cerámicos, metálicos y óseos que iban apareciendo en el yacimiento, con la contemplación de las inmejorables vistas que ofrece algunos sectores de Sierra Elvira, como el afamado mirador de los caballitos del rey que permite ver la Vega, la ciudad de Granada y Sierra Nevada con todo su esplendor, como telón de fondo del yacimiento arqueológico que queda en primer plano.
Estas visitas fueron languideciendo conforme el proyecto finalizó, y aunque nunca han cesado del todo, desde hace años era difícil que tal o cual persona comentase que había estado en Sierra Elvira donde están los arqueólogos excavando.
Gracias al impulso de la Asociación Cora de Ilbira y su proyecto PATRIMONIALIZA-T subvencionado por la Diputación procinvial de Granada, el pasado 15 de enero unas setenta personas se congregaron en la Avenida Santa Ana de Atarfe y se encaminaron a Sierra Elvira, bajo la guía de Guillermo García-Contreras, profesor de la Universidad de Granada y el investigador responsable del nuevo proyecto de investigación que se está fraguando.
Entre los caminantes por la ciudad de Medina Elvira hubo ese día niños y adultos de distintas edades, en su gran mayoría vecinos todos ellos del pueblo de Atarfe. El itinerario que se realizó, atravesando todo el camino de las Monjas hasta llegar a la calle de la Lastra y desde ahí subir al cerro del Sombrerete pasando previamente por los caballitos del Rey, es uno de los caminos que desde el grupo de investigación de la Universidad se propuso a los redactores del Plan Director del yacimiento.
A lo largo de este camino, y sirviendo como guía el catálogo de la exposición “Mil años de Madinat Ilbira” que está disponible para su descarga en la web del legado andalusí [https://www.legadoandalusi.es/wp-content/uploads/2020/04/Mil-A%C3%B1os-de-Madinat-Ilbira-1.pdf] , se fueron visitando los distintos espacios identificados hasta ahora de la ciudad gracias a las excavaciones que dirigió en su día el profesor Antonio Malpica o más recientemente un equipo polaco bajo dirección de Marian Rebkowski.
La localización de las casas, la ubicación de los cementerios, uno de los talleres de la parte artesanal que aún es visible en superficie, los restos de la muralla, las inscripciones que hay en las piedras que sirvieron de cantera para la ciudad o alguna de las viviendas de la alcazaba, fueron mostradas en un paseo que duró aproximadamente unas tres horas y media.
Esperamos que este tipo de iniciativas, en forma de visita o excursión un sábado soleado de invierno, sólo sea la punta de lanza de todo lo que ha de venir en lo que se refiere a los planes de puesta en valor y difusión del yacimiento.
Guillermo García-Contreras Ruiz.
Profesor Contratado Doctor. Universidad de Granada